Dicen que el tiempo es oro ¿Será cierto?
Por tanto,
¡cuidado con su manera de vivir! No vivan ya como necios, sino como sabios.
Aprovechen bien el tiempo, porque los días son malos. (Efesios 5:15-16)
Siempre que doy clases, al finalizar la sesión, le digo a mis estudiantes que no olviden practicar "al menos un minuto" (al día).
La primera vez que les dije que
practicaran "al menos un minuto" me miraron con cara de ¿estás segura de lo que dices? entonces les expliqué que, aunque un minuto no parece ser mucho
tiempo, en realidad se alcanza a realizar varias secuencias de rasgueo y cambio
de acordes. Luego puse el temporizador y les hice la demostración. Ellos se
dieron cuenta de todo lo que pude realizar en 60 segundos y en adelante ya no
volvieron a usar la frase de "no alcancé a practicar". Y es que,
cuando se trata de aprender un instrumento, si lo que deseas es avanzar, no puedes darte el lujo de que pase
un día sin practicar. Además, cada vez que
practicamos, es como si la mano le enseñase al cerebro, y este sigue trabajando
aún después de haber terminado de practicar, y al día siguiente, ese ejercicio
que no habías logrado realizar, te sale bien al primer intento.
Es igual con la lectura o cualquier otra actividad que hemos dejado de realizar por falta de tiempo, porque en realidad esperamos tener ese par de horas extras para hacerlo, en el mejor ambiente posible, pero no siempre tenemos el mejor lugar ni una hora, o siquiera media hora continua, para hacer esas "actividades extras". Si lo analizamos bien, veremos que en realidad tenemos tiempos, minutos, segundos "libres" que si los sumamos, podremos obtener esa media u hora completa que andamos buscando y disfrutar de una buena lectura, aunque sea solo un párrafo corto, o una lección online o practicar un instrumento musical.
Hoy, por ejemplo, tuve que ir al médico para que me realizaran exámenes de rutina y, como siempre, me tocó esperar que me atendieran y estuvo excelente, porque ese tiempo de espera para poder comprar el bono de atención
se transformó en unos “grandiosos minutos de lectura". Luego que ya pagué
la consulta me tocó volver a esperar, esta vez a que me llamara el doctor y
esos "minutos muertos" fueron unos "minutos de ejercicios
divertidos de inglés On line" que estudio en una app en el celular. Así
que no fue un tiempo perdido, fue una espera productiva.
Como ven, siempre es posible aprovechar el tiempo y cumplir con ese dicho que dice que "El tiempo es Oro", aunque, como me dijo mi amiga Laureci el otro día, -El tiempo no vale oro, vale muchísimo más, porque el oro se puede recuperar, en cambio el tiempo perdido jamás vuelve a ti.
Así que no nos molestemos por esos minutos de espera en una fila, en el médico o en el trasporte; siempre podemos aprovechar lo que nos ofrece el, malamente llamado, "tiempo muerto" para leer o practicar o pensar "al menos un minuto" al día.
Con el tiempo nos daremos cuenta que 7 minutos de lectura o de ensayo, al finalizar la semana, será mucho más que 0 minutos, con la excusa válida de estar “demasiado ocupados". Siete minutos es un avance, cero minutos es estancarse. Así que "al menos un minuto", es mejor que nada y, a veces, lo es todo. Aprovechemos bien el tiempo que Dios nos regaló. Que ¡Dios te bendiga! y ¡Hasta la próxima!
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